Thursday, February 4, 2010

El rostro de los obsesivos-compulsivos


Aquellas personas que son maniáticas del aseo y el orden, no significa que padezcan un problema psicológico. Sin embargo, quienes sufren un trastorno obsesivo-compulsivo muestran este tipo de conductas de forma invasiva y reiterativa.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por pensamientos y actos obsesivos que acaparan las emociones y la energía de una persona durante gran parte del tiempo.

Este problema suele aparecer durante la adolescencia o al principio de la edad adulta. Por lo general, los hombres lo desarrollan entre los 11 y 15 años; y las mujeres entre los 24 y 28 años.

No quiero pero lo pienso
Los pensamientos obsesivos son ideas, imágenes e impulsos que pasan por la mente de una persona una y otra vez. Una persona con TOC no desea tener estos pensamientos, pero no los puede ignorar ni tampoco frenar.

Los estudios indican que las ideas de estos individuos están relacionadas con el perjuicio propio y ajeno, el temor a la infección o al contagio y la duda de haber hecho algo satisfactoriamente.

¿Estará todo bajo control?
Los pensamientos obsesivos hacen que aquellos que tienen TOC se sientan ansiosos y con miedo la mayor parte del tiempo. Ellos tratan de deshacerse de estos sentimientos realizando ciertos comportamientos de acuerdo a rituales que ellos mismos elaboran. Estos se llaman compulsiones.

Por ejemplo, una persona que tiene TOC puede tener pensamientos obsesivos relacionados con los gérmenes. Por causa de estas ideas, ésta puede lavarse las manos una y otra vez de manera compulsiva. Realizar estos comportamientos repetidas veces, hace que las sensaciones nerviosas desaparezcan por un corto tiempo. Cuando el miedo y los nervios vuelven a aparecer, el individuo que padece este problema repite la rutina nuevamente.

Los enfermos imaginarios
Para los especialistas, la hipocondría es la actitud que un hombre toma ante una enfermedad. Esta es una forma de obsesión o ansiedad basada en una extrema preocupación por la propia salud, cuya intensidad afecta la vida cotidiana.

Una persona hipocondríaca imagina que está enferma aun en ausencia de síntomas de cualquier enfermedad. Y si los hay, las atribuye a alguna enfermedad grave que incluso podría suponer una amenaza para su vida.

En la hipocondría las preocupaciones del enfermo se deben por lo general al latido cardíaco, a anormalidades físicas como pequeñas heridas, tos ocasional o a sensaciones ambiguas como corazón cansado y venas dolorosas. Aunque el médico le asegure que no tiene nada, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo un rato, pero su preocupación vuelve de nuevo.

Hasta hoy en día, las causas exactas de este trastorno obsesivo-compulsivo no se conocen. Los tratamientos más adecuados para abordar el TOC consisten en una combinación de psicoterapia y, en algunos casos, la administración de fármacos como los antidepresivos.

5 comments:

Anonymous said...

Pienso que mi marido es hipocondriaco, pues si estornuda ya está tomando mil remedios, yo mas bien debo reconocer que tengo una obsesion por tener siempre las manos limpias, me lavo las manos muchisimas veces al dia...tanto que las tengo resecas.

Sarita said...

Creo que yo sufro de esto...ahora eso me ayudará para entenderme mas.

Anonymous said...

Pamela Oyola, estimada amiga coneja de los dias de playa arrebatados.
Realmente me sorprendes...te felicito, tienes una muy buena pluma.

No lo imaginaria.


Pilo(¿ya sabes?)

Pame said...

Pilo!! Qué lindo saber de ti!
Oye tenemos qe vernos! No sé nada de tu vida. Sigues con el el mismo mail de siempre? Algo de manuelmega..? Confírmame pues para no perdernos. También a Fiore Costa le gustará verte. Un besote!!
Pame

Anonymous said...

Bueno coneja, dale hay que juntarnos... mi correo sigues siendo ese manuelmega@hotm...escribeme desde tu correo y coordinamos un día para encontrarnos y actualizar vidas.
Mandale saludos a fiore y ojala ella tambien se apunte

un abrazo pame!