Thursday, January 20, 2011

El vacío existencial: un problema que se siente pero no se enfrenta












Este es un término bastante extendido a lo largo del siglo XX y XXI. Esto, según el psiquiatra austriaco Viktor Frankl, es porque el hombre a lo largo de la civilización se ha visto obligado a elegir y cumplir las normas de un sistema, y en este proceso de adaptarse a una sociedad, cada vez, más moderna, es que en ocasiones ignora lo que le gustaría hacer. En su lugar, desea hacer lo que otras personas hacen (conformismo), o hace lo que otras personas quieren que haga (totalitarismo).

Cuando se llena un hueco
Muchos seres humanos –y me incluyo en la lista– nos movilizamos en función a la
dependencia o al apego. Es decir que, ante situaciones difíciles optamos por querer comer más, por comprarnos alguna prenda de vestir, por buscar apoyo en otras personas, en otras palabras, por llenar algo que indudablemente está vacío, al menos eso es lo que creemos, en nuestro ser.

La mejor manera para alimentar nuestro propio yo, según la filosofía oriental, es a través de nosotros mismos, y esto es un ejercicio que se realiza desde lo más profundo de nuestro interior. Por ello, lo más importante es conocer todo lo que tenemos por dar al mundo externo antes de buscar lo que queremos encontrar fuera de nosotros.

El hombre en tiempos de rapidez
En esta época posmoderna, muchas veces, a las personas nos cuesta mucho poder quedarnos quietas, pues siempre está la idea de “tengo que hacer esto o aquello”, o al menos eso es lo que creemos. Y cuando intentamos parar las mil actividades que tenemos durante el día, puede que llegue un momento en que uno siente que le falta algo. Y allí es cuando, por lo general, surge un sentimiento muy común entre los hombres: el vacío existencial.

El filósofo alemán
Friedrich Nietzsche llamó a esta edad contemporánea; una época de crisis. Pues muchas veces, según él, el hombre se encuentra desorientado por la forma en que funciona el mundo. Sin embargo, solía decir: “El que tiene un por qué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”.

¿Crisis u oportunidad?
Para Frankl, la salud psíquica precisa un cierto grado de tensión interior para sobrevivir. Este no es más que la distancia existente entre lo que uno tiene o ha logrado y lo que le queda por conseguir.

Este autor en su libro “El hombre en busca de sentido” afirma que en los campos de concentración nazi, donde él estuvo internado por tres años durante la II Guerra Mundial, los prisioneros más aptos para la supervivencia fueron aquellos que esperaban volver a ver a una persona o quienes sentían la responsabilidad de acabar una tarea o una misión. Es decir, aquellos que tenían una meta por conseguir en su vida.

Recomendación:
Escribe en un cuaderno todas las metas que tengas en tu vida, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Y si es posible procura trazarte un tiempo para poder llegar a cumplirlas. Incluso, para no estresarte tanto con respecto a cuánto te demorarás en concretarlas, puedes proponerte llegar a ellas de dos modos: uno en un tiempo ideal, que es el tiempo que quisieras llegar a terminarlas aún sin estar seguro si podrás hacerlo, y, el otro, es en un tiempo real, que es el tiempo en que estás seguro que podrás finalizarlas. Recuerda que lo más importante es que nunca dejes de luchar para llegar a ellas.

3 comments:

Anonymous said...

Creo que esta misma noche anotaré todo lo que quiero hacer y me trazaré un tiempo real para concretarlas. Esta fue para mi la mejor nota de tu blog. Te felicito.

Cristina said...

Interesante. Me dejó pensando. Gracias por el consejo

Anonymous said...

La situación de los individuos en el mundo se está haciendo más complicada conforme avanzamos. Apenas cuando niños, nos enfrentamos a procesos de socialización distintos de acuerdo al grupo cultural al que pertenezcan nuestros padres y la misma estructura social restringe nuestra libertad. Sin embargo, existen opciones para contrarrestar la sensación de opresión y angustia, como bien señalas. El posmodernismo es considerado por muchos un periodo decandente y pesimista, pero al final será siempre una perspectiva, una manera reflexiva y crítica de ver las cosas. Revisaba una entrevista que le hicieron al recién fallecido L.J. Cisneros y cito parte de una de sus respuestas "...todavía tenemos un defecto, que es el miedo a la verdad. La media tinta sigue siendo un recurso, el miedo a la verdad anuncia que la educación no ha insistido lo suficiente en el valor de la duda, la gente suele abstenerse ante la duda y no advierte que esta es un primer indicio de que hay que seguir adelante". Los posmodernos sostenían que no existe la verdad, pero cada día, en base a nuestro criterio, construimos verdades relativas que DEBEMOS defender. Andar por el mundo sin opiniones claras o posturas bien definidas sobre las cosas claves, ni metas es muy peligroso.
Todos tenemos la libertad para enfrentar la cotidianeidad como mejor nos parezca, aunque últimamente cueste más tener una postura optimista frente al mundo. Tu nota invita a una reflexión más profunda y tus recomendaciones son muy prácticas e interesantes.