Tuesday, December 1, 2009

La depresión se apodera de mí



Esta enfermedad es el "resfrío común" de la psiquiatría. El 70% de las personas que la sufren muestran una predisposición heredada hacia este mal. Las estadísticas sugieren que las mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar un problema depresivo.

Claudia no se sentía conforme en su centro de trabajo. Su jefe constantemente la humillaba frente a los demás trabajadores, ella se sentía inferior y su autoestima empezó a deteriorarse. Ella creyó que lo mejor que podía hacer era aislarse de todos porque se sentía menos que las otras personas. Por las noches, empezó a tener un sueño agitado. Algunas veces pasaba largas horas en vela. Esto debido a que su mente estaba sumida en pensamientos preocupantes de tristeza, culpa y abandono. Por las mañanas, se encontraba fatigada, sin ganas de comer y, poco a poco, empezó a bajar de peso. Cuando su madre la visitó se dio cuenta que su hija no era la misma de siempre. Juntas visitaron a un doctor y este les dijo que Claudia estaba sumergida en un cuadro de depresión.

La psicoanalista Matilde Caplansky explica que hay depresiones exógenas y endógenas. La primera, se desencadena por factores externos, como por un acontecimiento traumático, y la segunda, se genera de forma espontánea, producto de ciertos cambios bioquímicos en el cuerpo y sin razón aparente.

La visión que un individuo tiene de sí mismo y del mundo en el que vive constituye un factor esencial en la depresión. Los estudios sobre personas deprimidas han demostrado que estas, por lo general, se caracterizan por ser extremadamente autocríticas, tienden a ser pesimistas ante su futuro, magnifican sus fracasos y subvaloran sus logros.

El vacío existencial
Para el psiquiatra alemán Víktor Frankl, la plomiza apatía, el insomnio, el aislamiento social y la vaga sensación de que a uno ya no le importa nada, constituyen los síntomas más comunes de una fase depresiva. Él considera una concepción errónea y peligrosa dar por sentado que el hombre precisa ante todo equilibrio interior y un estado sin tensiones.

Frankl señala que el hombre necesita realmente esforzarse y luchar por una meta o una misión en su porvenir. “Para fortalecer la salud mental de un paciente, los terapeutas no deben tener miedo de aumentar la tensión anterior, si con ello les conducen a reorientar o encontrar el sentido de sus vidas”.

Los antidepresivos
Estos solo se emplean en el tratamiento de trastornos depresivos graves. Los ATC fueron los primeros antidepresivos que se desarrollaron y los más utilizados hasta mediados de la década de los noventa. Los ISRS son los antidepresivos más recientes y su uso se ha extendido en el tratamiento de la depresión y del trastorno obsesivo-compulsivo. Quizá el más conocido sea la fluoxetina, conocido popularmente como Prozac.

La conveniencia de la medicación para un paciente determinado depende de diversos factores que incluyen el tipo de trastorno mental que padece, su nivel de salud general y su capacidad para mantener el tratamiento médico.

La familia me hace bien
La comprensión de la enfermedad y de su tratamiento facilita el trabajo entre el grupo familiar, el paciente y el médico. Este tipo de cooperación social hace que las recaídas sean menos problemáticas. Por ejemplo, la esposa que llega a entender que los síntomas de la depresión no son culpa de su marido, que él no puede controlar esos síntomas, se pondrá menos hostil y enojada, y tendrá mayor capacidad para brindarle un apoyo afectivo.


2 comments:

Anonymous said...

Hola Pamela,
Estaba leyendo los articulos de tu blog, me parecen muy interesantes pero este de la depresión me ha dejado pensando pues yo tengo algunos síntomas que ahora me dejan pensando, gracias sigue escribiendo mas notas.

Anonymous said...

Gracias por escribir un artículo sobre la depresión.